del autor de este megablog solo se pueden decir cosas buenas. pero centrémonos en una de las principales: su práctica tenaz de la prédica con el ejemplo, actitud ésta disuelta entre los brazos de mármol del trashumanismo. es fácil hablar: más difícil es cumplir con el antaño célebre "ora et labora" que nos recomendaba la lectio divina. divino también miguel ángel, que lucha por la conciliación, el trabajo entendido como labor, y no como tortura, y la creación de redes y nodos, que es básicamente lo único que compartimos humanos y robots. larga vida, pues, a esta utopía que no tiene nada de utopía. lo único utópico hoy es lo que propone y produce el sistema. soñar... soñar es lo normal.
Querido amigo, que bien te explicas y que bien te entiendo, y quisiera añadir algo a lo que dices, a mis 69 años y por ser mujer, he tenido que redefinir "que es ocio para mí" muchas veces demasiadas, por la ausencia o imposibilidad del mismo "que ya lo explicas tu muy bien", y por el combate intrínseco en el mismo concepto, entre la fantasía social generada culturalmente y la realidad sobre ¿Qué me hace feliz en el poco ocio que puedo tener? en esas estoy y me sorprende que a pesar de estar jubilada, disponible, y superestresada, he encontrado una pequeña lista de cosas que me hacen feliz y no había reconocido como "ocio". Hasta aquí me llega el tiempo, algún día contaré esa lista. Un beso
1. Para desconectar al irme a la cama, hago un Sudoku “todo un placer porque he aprendido muchísimo” de la diversidad en númerillos encantadores, que puedan hacer posible una realidad compartida de insospechables posiciones No alineadas.
2. Rescato 1 hora a la semana para aprender a tocar la guitarra, con un profe particular. Y voy rescatando cancioncillas.
3. Cuando me interrumpen en el ordenador trabajando y la conversación no me lo impide “juego a rescatar mascotas” los 5 o 10 minutos que dure la charlita.
4. He incorporado el descanso del mediodía, salvo imprevistos, junto a mi marido sesteando.
5. Voy al gimnasio a hacer aguaging, con marido incorporado, porque ya lo necesitamos los dos si queremos mantener los remos para seguir caminando.
6. A veces no puedo, pero intento agradecer cuanto me llega desde fuera con buen humor y me
abrazo ante el desaliento, la impotencia, o el sufrimiento de lo que no puedo arreglar, ayudar o
cambiar, con una mirada compasiva hacia mi misma.
7. Soy razonablemente feliz si me comparo con quienes no pueden ni soñarlo.
gracias por hacernos parar dos minutos leyendote... y sobre todo por el tiempo pausado que deviene rumiando tus palabras y haciendo vida el ofrecimiento que nos haces. En el fondo, se trata de ser conscientes de nuestra vida, de la Vida y no orbitar, como bien decía el chaval en la peli de Juan Diego Botto. Buen propósito... propósito de por Vida!
del autor de este megablog solo se pueden decir cosas buenas. pero centrémonos en una de las principales: su práctica tenaz de la prédica con el ejemplo, actitud ésta disuelta entre los brazos de mármol del trashumanismo. es fácil hablar: más difícil es cumplir con el antaño célebre "ora et labora" que nos recomendaba la lectio divina. divino también miguel ángel, que lucha por la conciliación, el trabajo entendido como labor, y no como tortura, y la creación de redes y nodos, que es básicamente lo único que compartimos humanos y robots. larga vida, pues, a esta utopía que no tiene nada de utopía. lo único utópico hoy es lo que propone y produce el sistema. soñar... soñar es lo normal.
¡No merezco palabras tan hermosas! ¡Solo trato de aprender de quienes me rodeo, que no es poco! Y sí, soñar es lo normal. Tremendo lema. Me lo quedo.
Querido amigo, que bien te explicas y que bien te entiendo, y quisiera añadir algo a lo que dices, a mis 69 años y por ser mujer, he tenido que redefinir "que es ocio para mí" muchas veces demasiadas, por la ausencia o imposibilidad del mismo "que ya lo explicas tu muy bien", y por el combate intrínseco en el mismo concepto, entre la fantasía social generada culturalmente y la realidad sobre ¿Qué me hace feliz en el poco ocio que puedo tener? en esas estoy y me sorprende que a pesar de estar jubilada, disponible, y superestresada, he encontrado una pequeña lista de cosas que me hacen feliz y no había reconocido como "ocio". Hasta aquí me llega el tiempo, algún día contaré esa lista. Un beso
¡Amiga! ¡Gracias siempre por compartir! Deseando conocer esa lista, que seguro que es profundamente sugerente... ¡Un abrazo enorme!
Una listilla:
1. Para desconectar al irme a la cama, hago un Sudoku “todo un placer porque he aprendido muchísimo” de la diversidad en númerillos encantadores, que puedan hacer posible una realidad compartida de insospechables posiciones No alineadas.
2. Rescato 1 hora a la semana para aprender a tocar la guitarra, con un profe particular. Y voy rescatando cancioncillas.
3. Cuando me interrumpen en el ordenador trabajando y la conversación no me lo impide “juego a rescatar mascotas” los 5 o 10 minutos que dure la charlita.
4. He incorporado el descanso del mediodía, salvo imprevistos, junto a mi marido sesteando.
5. Voy al gimnasio a hacer aguaging, con marido incorporado, porque ya lo necesitamos los dos si queremos mantener los remos para seguir caminando.
6. A veces no puedo, pero intento agradecer cuanto me llega desde fuera con buen humor y me
abrazo ante el desaliento, la impotencia, o el sufrimiento de lo que no puedo arreglar, ayudar o
cambiar, con una mirada compasiva hacia mi misma.
7. Soy razonablemente feliz si me comparo con quienes no pueden ni soñarlo.
gracias por hacernos parar dos minutos leyendote... y sobre todo por el tiempo pausado que deviene rumiando tus palabras y haciendo vida el ofrecimiento que nos haces. En el fondo, se trata de ser conscientes de nuestra vida, de la Vida y no orbitar, como bien decía el chaval en la peli de Juan Diego Botto. Buen propósito... propósito de por Vida!
¡Gracias a ti por compartir y por animar a seguir cada semana lanzando estas cartas en botella al mar!